Lodos activados

Etapas del tratamiento de aguas servidas

Los sistemas habituales de tratamiento de aguas servidas o domiciliarias se conocen como Lodos Activados, nombre que caracteriza a los flóculos formados de materia orgánica y microorganismos, los que en forma activa recirculan desde la sedimentación hasta el reactor biológico, en presencia de oxígeno disuelto. Las modalidades de diseño de las plantas de tratamiento de aguas servidas, se ajustan a las características particulares de funcionamiento y operación, destacándose la Aireación Extendida (AE), Lecho Sumergido (LS), Estabilización por Contacto (EC) y Bioreactores de Membrana (MBR)

Es así como se distinguen, para cada modalidad de tratamiento los siguientes procesos unitarios generales:

PRETRATAMIENTO: Proceso físico de retención de sólidos no biodegradables.

ECUALIZACION: Etapa que permite entregar un caudal constante de agua cruda al sistema de tratamiento, permitiendo la homogenización y tratabilidad, evitando de esta forma sobrecargas hidraúlicas puntuales. aireacion: El agua cruda, libre de sólidos gruesos, ingresa al reactor biológico donde prolifera una población bacteriana aeróbica, cuyos procesos catabólicos permiten el abatimiento de materia orgánica e inorgánica. La adecuada oxigenación, genera como desecho CO2 y H2O.

DIGESTION: Durante el proceso biológico de tratamiento de aguas servidas, se generan lodos en exceso que se desvían al digestor, reactor aeróbico donde son estabilizados y acumulados. Desde esta cámara se pueden disponer los lodos estabilizados en un lecho de secado o deshidratar mecánicamente en un filtro prensa.

SEDIMENTACION: La sedimentación permite separar por decantación, los sólidos suspendidos que floculan en la etapa de aireación. Los flóculos formados por materia orgánica, bacterias y protozoos, decantan en las tolvas de sedimentación para ser nuevamente recirculados a la(s) cámara(s) de aireación. De esta forma, el agua clarificada, fluye por el vertedero en dirección a la desinfección.

DESINFECCION: El agua clarificada, ingresa gravitacionalmente a la cámara de desinfección, donde se eliminan microorganismos y virus con hipoclorito de sodio o de calcio. Por normativa y diseño, la volumetría de la cámara de desinfección debe cumplir con un tiempo mínimo de retención hidráulico de 30", recomendándose una decloración posterior con sulfito de sodio al 35% de concentración.